El mito del rapto de las Sabinas

¿Qué ocurrió una vez Rómulo se convirtió en el Rey de Roma?

La ciudad necesitaba convertirse en una gran metrópolis, para ello necesitaba buscar la manera de conseguir atención, por lo que invitó a todo aquél que necesitara un hogar, Roma sin duda era el sitio perfecto para todos. 




Todo tipo de delincuentes llenaron la ciudad... pero, algo fallaba, la tasa de mujeres era prácticamente escasa, necesitaban mujeres para así procrear más romanos. 

Rómulo y sus amigos invitaron a un banquete a los sabinos, los emborracharon y aprovecharon el momento para raptar a las hijas, los romanos intentaron aplacar a las mujeres convenciéndolas de que sólo lo hicieron porque querían que fuesen sus esposas, y que ellas no podrían menos que sentirse orgullosas de pasar a formar parte de un pueblo que había sido elegido por los dioses.

Una vez los sabinos recuperan sus sentidos y se dan cuenta de que todas sus mujeres habían desaparecido, inmediatamente van a Roma, que ya tenía su gran muralla formada. El Rey de los Sabinos logra convencer a Tarpeya, joven de origen etrusco que traicionó a la ciudad de Roma abriendo sus puertas a los sabinos a cambio de lo que ella pensaba que sería una recompensa en forma de joyas. En lugar de eso, fue aplastada hasta la muerte y su cuerpo arrojado desde la roca Tarpeya que actualmente tiene su nombre.
Cuando se iban a enfrentar en lo que parecía ser la batalla final, las sabinas se interpusieron entre ambos ejércitos combatientes para que dejasen de matarse porque, razonaron, si ganaban los romanos, perdían a sus padres y hermanos, y si ganaban los sabinos, perdían a sus maridos e hijos. Las sabinas lograron hacerlos entrar en razón y finalmente se celebró un banquete para festejar la reconciliación. El rey de Sabinia Tito Tacio y Rómulo formaron una diarquía en Roma hasta la muerte de Tito.